Cambridge Analítica… ¿Te suenan estas dos palabras? Es imposible estar en los medios digitales y no intentar así sea una ligera investigación acerca de ese escándalo involucrado con Facebook, la red social de más seguidores en el mundo. Es en si mismo todo un suceso.
Y más atentos aún debemos estar ahora, cuando los coletazos se harán sentir. Saber de ello es muy importante. En seguida te mostraremos por qué.
La data y su manejo es cosa delicada.
Lo que sucedió es bastante sencillo de explicar. En el año 2014, cuando las opciones de preferencias y seguridad eran más flexibles, un catedrático llamado Alesandr Kogan, de la Universidad de Cambridge le presenta a Facebook la propuesta de necesitar data para usos académicos.
Esto por lo visto no fue del todo cierto. El hecho de que se hayan utilizado para juegos y aplicaciones con fondo distinto a lo que comunicaron ya deja en el tapete un bajo nivel ético.
Así lo que en principio fue una muestra pagada de 270.000 se extendió y convirtió en 50.000.000 de personas. Hay otros que dan la más aún escandalosa cifra de 84.000.000 ¿Por qué? Por el hecho de que los usuarios de la muestra permitían el acceso a la data de sus conexiones gracias a la aplicación thisisyourdigitallife. Claro, sin saberlo
Quedaba de una vez desmitificado el hecho de que necesitas dar el permiso explícito para compartir tu información. Bastaba con que un amigo de Facebook lo permita, para que tú seas vulnerable. Y tal vez hoy día es distinto. Sin embargo los patrones psicológicos obtenidos de acuerdo a los test tienden a ser similares a la actualidad. Y ya no pueden tapar más el sol con un dedo.
Sólo hasta ahora sabemos que fueron usados para bombardear publicidad y establecer tendencia con fake news (noticias falsas). Posiblemente modificaría la intención de voto a favor de Trump, el actual Presidente de los Estados Unidos. Y está por salir a la luz pública para qué más fue utilizado.
¿Es Zuckerberg directamente responsable del escándalo de Cambridge Analítica?
Posiblemente no. Sin embargo, por el comportamiento en contra de los periodistas del New York Times, quienes denunciaron lo sucedido, actuaron como si estuvieran conscientes de la responsabilidad que se tiene.
Adicionalmente la opinión pública tiene bastantes evidencias para pensar que una vez que detectaron la falla, no hicieron lo suficiente para que Cambridge Analítica dejara de usar la data a favor de sus clientes, para manejar y marcar las tendencias. Y aunque la destrucción de la data fue solicitada en el 2015 a través de una demanda eso no sucedió.
Así al día de hoy Cogan dice ser un chivo expiatorio, puesto que actuó pensando que era legal. Mientras salen videos y evidencias por doquier como el de Alexander Nix (Un Directivo de Cambridge Analítica) donde en público dice cómo con metodologías y tretas estadísticas modifican las tendencias. Es su trabajo y se enorgullecen de ello.
En sí, no hubo un hackeo o brecha de seguridad. Pero Facebook tendrá que lidiar por siempre de esta mancha que produjo, por ejemplo, una caída estrepitosa de sus acciones y el beneficio de la duda de muchos usuarios.
Ya ocurrió. ¿Qué se puede hacer ahora?
La confianza se ha perdido. ¿Qué se está haciendo ahora? Comisiones interdisciplinarias están regulando seguridad y manejo de datos en Estados Unidos, pero con más fuerza en Europa.
Aunque había sido aprobado en el 2016, el GPDR (En español, Reglamento General de Protección de Datos), la adaptación de las plataformas de redes sociales habían sido muy lentas en hacer sus modificaciones. Hasta principios de 2018 ni Facebook ni Twitter habían entrado en sí en la regulación. Pero ya, motivado al escándalo, todo cambió.
Por otra parte hay una creciente masa crítica de usuarios cada vez mas conscientes de leer esas letras pequeñas del contrato. Los términos y condiciones de las redes sociales estarán bajo la lupa. Y eso, es el mejor de los resultados.
Hasta los expertos han recomendado borrar la aplicación de Facebook de móviles y otros dispositivos, al percatarse de que tiene registros de llamadas y mensajes no relacionados con la plataforma. Y si cae en las manos equivocadas, es bastante riesgoso.
¿Debo convertirme en un experto en seguridad?
En realidad sí. Porque tanto a nivel personal como de empresas la manipulación no autorizada de la data está prohibida y las sanciones por esas acciones son millonarias.
Y con respecto a las personas, es importante que cada vez sean más conscientes de los permisos y accesos que dan a las aplicaciones que usan, o al menos estar estrictamente seguros de que detrás de ellas estén corporaciones sólidas que no incurran en estas prácticas. Eso, más allá de la parte tecnológica, haría una gran diferencia.
Y tú, ¿qué piensas de todo este escándalo? ¿Dejarás de usar Facebook u otra red social? ¡Déjanos tu comentario!